Como imagino que más de un@ estaréis inmersos en los temas del cuerpo humano, he pensado en escribir esta entrada con las actividades que realizamos el curso pasado en 4º de primaria.
Mi cole era un tanto peculiar y encantador, una comunidad de aprendizaje, que me encantaba, me encantará y me seguirá encantando... A mis duendes no les gustaba nada el área de conocimiento del medio, de tal manera que cuando "tocaba" cono, automáticamente la clase era un hervidero de malos humores, peleas, idas y venidas, etc., Ante esto, pedí ayuda a mis compañer@s, que me aconsejaron trabajar por proyectos en ese área.
Así un día que por casualidad tocaba cono, a Manuela le dolía la barriga y ¡vaya! saltó la chispa...
- pero, ¿qué te duele?
- maestra aquí, la barriga.
- ya, pero ¿el estómago? ¿el intestino delgado? ¿el grueso?
- peeeeeinnnn, cara de asombro
Aproveché esa atención para explicar el aparato digestivo, y ¡sorpresa! estaba en el libro que tanto odiaban...
Tras leer lo relativo al aparato digestivo y comentar que una vez a su abuela le dolía el intestino grueso, que a su primo de Alicante le quitaron el apéndice, que su padre no tenía muchos dientes, que su madre tenía ardor de estómago y mil historias más, teníamos que trabajar el cuerpo humano. Vaya "birria" de actividades que traen los libros, ¡qué poco nos gustaba copiar en la libreta esas preguntas y responder!
- ¿para qué "maestrica"? - me preguntó Yumara.
Y en el fondo, era verdad, ¿para qué? ¿para qué querían copiar y responder ciertas preguntas que ni ellos entendían al leerlas?
Por lo que, a la mañana siguiente, fotocopié los aparatos, empezando por el digestivo, todos en blanco. Con la ayuda del libro y en la pizarra digital, fuimos completando sus órganos y después los pintaron ¡con plastilina!
A uno de los más creativos, se le ocurrió marcar con un lápiz el intestino delgado, ya que sólo con la plasti no le gustaba como quedaba.
Y tras el digestivo, hicieron el respiratorio, el excretor y el circulatorio, pero éste con rotus porque con la plasti no se veía bien.
Cuando terminaron los aparatos, los encuadernamos juntos y formamos un dossier personal de cada duende.
¡Les encantó la actividad!
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