Y EL COLE SE NOS VINO ENCIMA...

Buenas noches,

Hoy debido a que una compañera, Lara, comienza mañana una sustitución en uno de los coles dónde yo estuve en el curso 2008/2009, os traigo esta entrada, que no poco dramática, ha quedado como una "pequeña anécdota" en mi memoria.

Comencé la sustitución en noviembre hasta final de curso, era tutora de 4º D, la localidad era Guardamar  del Segura (sitio bonito donde los haya), yo vivía en Torrevieja y me desplazaba todos los días hasta Guardamar.

Era el mes de abril, y como dice el refrán: "en abril, aguas mil", tras una semana lluviosa, algo ocurrió poco antes de la entrada de los peques... cuando llegó la maestra Adela a abrir el aula se encontró con parte del techo en el suelo debido al agua caída.

Aquí tenéis enlaces a la noticia:

http://guardamardigital.net/secciones.php?cod=1160&sec=16

Algunas de las imágenes:

En ese momento, se suspendieron las clases provisionalmente; hasta que la comunidad educativa pudimos encontrar una solución. 

El colegio tenía dos edificios, el nuevo y el viejo, éste último fue el que se derrumbó. Por parte de conselleria decidieron montar un colegio de barracones en un solar cercano de la localidad. 

Mientras tanto,  nos hallábamos en una situación un poco complicada, pues teníamos al alumnado de primer ciclo y parte del de infantil en "la calle" y, desde el centro, teníamos que continuar con las clases.

Bien, pues se decidió que en el edificio nuevo, compartiríamos clases. De esta manera, recuerdo con cariño como en mi clase de 4º se instaló provisionalmente la clase de 1º de línea valenciana. ¡Lo que trabajaron las maestras! Cargaron con libros, libretas, material, etc., desde el edificio viejo al nuevo...

Hasta aquí bien, pero... ¿cómo compartíamos las clases si teníamos el mismo horario? De esta manera, partimos la jornada escolar, unos dábamos clase hasta las dos del mediodía y los otros hasta la tarde; y mientras, los maestros nos quedábamos con los niños de transporte escolar bien en horario de mañana o de tarde... según los turnos. 

Esta situación no duró mucho tiempo (si no recuerdo mal) aunque fue un poco incómoda, sobretodo para las clases desplazadas. Pronto, se construyó el colegio hoy conocido como nº 13, y los peques se trasladaron allí en un tiempo récord.

Como reza el dicho: Todo llega, todo pasa y todo cambia... Recuerdo con cariño aquellos días, semanas, meses, y sobretodo a algunos de mis compañeros/as con los que sigo teniendo contacto... Un saludo para ell@s.